He
elegido La piel que habito, una película del cine de arte o ensayo, y
de misterio y suspense, porque es la primera película española que he visto en
un cine en España, y me sorprendió mucho y me quedó en la mente por un tiempo.
La
película nos cuenta la historia del Doctor Robert Ledgard (Banderas), que desde
que su mujer sufriera quemaduras en todo el cuerpo en un accidente de coche, el
eminente cirujano plástico se interesa por la creación de una nueva piel con la
que hubiera podido salvarla.
Doce años
después consigue cultivarla en su propio laboratorio, una piel sensible a las
caricias, pero todavía necesita una cobaya humana, y aquí es donde Vera (Anaya)
entra y donde se centra la trama.
La piel
que habito no esta considerada una obra maestra de Almodóvar, y además no fue
tan bien recibida por la gente de España como sus películas conocidas, pero La
piel que habito es algo diferente con muchas comparaciones con el trabajo de Hitchcock o una obra de Frankenstein.
La
película le falta ese famoso romance tan intenso de Almodóvar y el aquello es
sustituido por un desvío maravillosamente extraño e impredecible entre el cine de ensayo. La cinematografía es
típica de cualquier obra de Almodóvar, llena de bellísimas colores, elegancia,
depuración, y simbolismo.
Muchas
de los temas de la película como, la violación y la experimentación científica
son soberbiamente extraños, tuve que pensar por 2 o 3 días si realmente me gusto.
Tiene una trama con muchas vueltas que no se sabe que va a pasar luego, algunas
escenas convocan una tensión psíquica y emocional. Pero gracias a la buena
dirección de Almodóvar y un interpretación maravillosa de Elena Anaya, la
película alcanza un éxito masivo.
Recomendaría
este película a la gente a que le encanta algo diferente, porque es
espectacularmente cautivadora.